Desde que empezó a sentarse y desde luego a gatear Nicolás no perdona nada. Lo mismo le da si es un zapato, su juguete, o mi teléfono celular. Todo se lo lleva a la boca. Sé que es algo normal que todo se lo lleve a la boca pero siempre debo fijarme qué es lo que está a su alcance.
He tratado de decirle que eso no es para comerse pero Nicolás es muy pilas y se ríe. Es como si supiera que el zapato es algo prohibido y ya van varias veces que me mira, se ríe y agarra mi zapato como diciendo!!ey mami me lo voy a comer!! . Aunque se lo quito si no me doy cuenta enseguida va por él. Por eso ya no hay zapatos cerca de él.
En nuestra sala adecue su espacio con algo suavecito por si se cae. Ahí están sus juguetes y un espacio considerable para que el gatee. Al entrar a la casa siempre nos quitamos los zapatos y los ponemos cerca de la puerta, como él ya se mueve mucho de repente lo miro con el zapato a punto de comérselo.