Cuando menos te lo esperas puedes encontrar personas que se parecen mucho a ti y que tienen mucho en común contigo.
Algo muy extraño y lindo a la vez me paso hoy. Luego de mi clase salí con una de mis compañeras pues ella iba en la misma dirección que yo.
Ella me dijo que tenía un hijo y me mostro su foto y cuando íbamos conversado me dijo, tengo un hijo autista,sonreí y le dije “yo también tengo un hijo autista”.
Fue una conexión tan especial, ella y yo sonreírnos y empezamos a platicar. Me conto en casi 15 minutos muchas cosas de su vida y entre esas estaba la bendición de su hijo Thomas.
Un niño como Nicolás con necesidades distintas a todos los demás niños. Thomas tiene ya casi 5 años y hoy en día va a una escuela especial.
Ella me acompaño a recoger a Nicolás del Daycare y mientras íbamos caminando fuimos contado cada una tantas de las cosas por las que estamos pasando.
Estoy feliz, es la primera vez en mucho tiempo que siento que alguien me entiende como mamá.
Ya quedamos en salir un día con los niños y quizás también solas para poder platicar mejor, Claudia…. así se llama mi nueva amiga.