Aun sigo feliz, Nicolás tampoco lloro cuando vio a Dimitri entrar. Es la primera vez después de la tercera clase con ella que no ha llorado.Ya han pasado como dos semanas en las que el gritaba cuando la veía. Hoy Nicolás esta distinto, todo un hombrecito que sabe que mamá regresara y por eso no llora.
Estoy tan feliz y orgullosa de él, no me importa si mañana vuelve a llorar porque lo único que me importa es hoy. Aun sigo en la cocina pues la nueva etapa de adaptación empezara el próximo lunes cuando ya dejare abierta la puerta y así el mirara que yo esto aquí en la casa.