Desde que empezamos a cortarle el cabello a Nicolás lo hemos hecho utilizando una maquina. Usamos a veces el número 2 o 3 para que se quede bien corto y así no tengamos que cortárselo a cada rato.
El viernes pasado intente cortárselo pero primero la maquina no funcionaba bien y él se puso a llorar mucho. Apenas escucha el sonido se pone mal y llora sin consuelo.Dijimos que ya no le cortaríamos pues no queríamos que llorara tanto y tuviera miedo. Pero al siguiente día cuando se quedo dormido y lo llevaba a su cuna, se me ocurrió que podríamos cortarle un poco con las tijeras, llame a mi esposo y le dije que me ayudara.
Mientras Nico dormía nosotros empezamos a cortarle las puntas de cabello, sin darnos cuenta ya habíamos cortado demasiado, quisimos s arreglarlo igualando mas partes de su cabello pero no lo logramos.
Cuando Nicolás despertó no podíamos parar de reír pues el pobre tenía su cabeza llena de espacios con poquito cabello y otras con mucho. Esa misma tarde compramos una maquina y arreglamos nuestra error.
Fue muy chistoso lo que paso pues solo queríamos cortar su cabello pero no teníamos idea de cómo hacerlo. Ya luego con la maquina no lloro mucho y tratamos de igualar todo lo que pudimos. Aquí unas fotos del antes y el después.