Hace tanto que no he hablado de Nicolás que ya era hora de escribir como va todo. Bueno el cambio de escuela no fue tan duro como yo pensé.
Como siempre mamá se estaba haciendo ideas en su cabeza mientras que Nicolás estaba muy tranquilo.El primer día tomo el bus como siempre lo hacía, con una sonrisa gigante y se fue camino a su nueva etapa estudiantil.
Ese mismo día yo fui a su escuela pero él nunca me miro pues sabía que si me miraba lloraría. Ahí estaba el sentado en una mesa junto a sus 8 compañeros (todos varones). Una de las maestras estaba ayudándolo con los crayones y se miraba muy tranquilo.
Ya hace más de un mes que va a esta nueva escuela y las cosas parecen ir muy bien. Esta muy activo (como siempre), tiene muchos más sonidos que antes y trata de imitar algunas palabras, si se las digo o cuando está mirando televisión también trata de imitarlas.
Los reportes diarios de la escuela dicen que come bien y que realiza las actividades con tranquilidad. Hace algunas semanas parece que no quiso hacer el trabajo en clase y lo hicimos aquí.
Sigue siendo un trabajo lograr que se conectora por segundos pero ahí estamos, luchando todos los días.
Estoy feliz pues esta nueva etapa Nicolás la esta disfrutando tanto, tiene varias actividades y creo que por eso llegan tan casando que quiere tomar siesta apenas llega de la escuela.
En las mañanas esta desesperado mirando por la ventana a que llegue su bus.
Por cierto algo nuevo es que antes el decía ahssss al bus y ahora dice bus (bazzzzz). Es hermoso escucharlo decir palabras aunque sea yo la única que las entienda.