Hace algunos días Nicolás se graduó de Kindergarten para continuar el primer grado. Ha sido un año de varios momentos buenos para Nicolás y para mi. Ha mejorado en varias áreas pero sobre todo sigue siendo ese niño feliz y lleno de mucha energia.
La verdad estaba un poco nerviosa porque no sabia como seria este dia. En sus 6 años 4 de ellos ha debido estar en 3 escuelas distintas, y de cada una de ellas ha tenido una ceremonia de despedida.
Recuerdo que cuando fue su primera graduación lloró durante todo el evento, apenas me miró empezó a gritar que quería a su mamá y tuve que sentarme junto a él todo el tiempo. Cuando terminó el Pre-k tambien tuve que prácticamente esconderme para que el pudiera estar en la ceremonia y no se pusiera a llorar apenas me mirara.
Esta vez fue completamente distinto, desde que ingresó al auditorio me dio una sonrisa, camino y se sentó a 4 filas de nosotros. Al principio regresaba a mirarme y solo sonreía, permaneció sentado mas de dos horas (un reto para el).
Cuando llamaron por su nombre las maestras dejaron que él caminara solo a recibir su diploma, el estaba feliz y supongo desde donde él estaba mirar tanta gente aplaudir hacia que él se emocione.
Con su mano pedía que le entregaran el diploma y con su hermosa sonrisa lo recibió y posó para la foto.
Fue un día inolvidable, quizás no para Nicolas por que seguramente ya ni lo recuerda pero para mi fue uno de los días más hermosos de mi vida.
Me siento muy orgullosa de él y solo espero la vida me permita seguir junto a él celebrando todos sus triunfos.