Algunas de estas características fueron las primeras que pudimos notar para saber que algo no estaba bien con Nicolas. Nuestra historia con el Autismo empezó cuando Nicolas tenía 18 meses y una tía de mi esposo mencionó que ella veía un comportamiento extraño en él.
Recuerdo haberme reído de que ella no sabía de lo que hablaba, primero porque no tenía hijos y segundo no vivía con nosotros, cómo ella podía notar algo raro?. En realidad esa era la clave para descubrir que algo no estaba bien. Al ser padres primerizos para nosotros todo estaba bien, que no hablara era normal pues su pediatra había dicho que algunos niños se tomaban tiempo en decir palabras .
Al final luego de que ella mencionó algunas características de Nicolas me puse en la tarea de buscar y fue ahí que todo empezó . Habían tantas cosas que coincidían , en mi lista de características tenía varias en las que Nico encajaba perfectamente.
La primera en la lista fue que Nicolas no respondía a su nombre . Si lo llamábamos 6 veces ninguna de esas él respondía. No regresaba a mirarnos y parecía que no nos escuchaba.
La siguiente fue que no tenía contacto visual, ¿cómo era posible que Nicolas no me mirara? Como había pasado todo este tiempo y no había notado que él no miraba a mis ojos. Fue algo que jamás olvidaré porque fue ahí que me di cuenta que su miraba estaba perdida, ya no era el.
Y en la lista seguía que había dejado de hablar. Como olvidar sus primeras palabras, (mamá, agua, uvas, papa) Esas eran sus 4 palabras pero a esa fecha había dejado de decirlas, no decía nada incluso ya no tenía ni sonidos.
Otra carcateristica fue que no señalaba con su dedo. Yo había dejado pasar eso, no recuerdo sisi alguna vez señaló con su dedo. Entendí porqué lloraba tanto, porque habían días que se golpeaba de la frustración que sentía porque su mamá no entendía lo que él quería. El tomaba de mi mano para que fuéramos a la cocina , pero al no poder señalar, al no tener palabras era casi imposible saber lo que quería. Ahí era cuando tenía esos episodios de llorar y golpear su cabecita contra la pared.
Duele tanto recordar como empezó todo, pero aunque parecía que nada cambiaría, hoy por hoy todo está mejor. Seguimos luchando y hoy puedo decir que nada es imposible. Que agradecida me siento con esa persona porque gracias a que la escuchamos pudimos ayudar a Nico a tiempo.