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Esta semana es la semana libre de Nicolás. El próximo lunes empezara su escuela de verano así  que decidimos intentar el entrenamiento para que vaya al baño. He leído sobre cuando los niños están listos para esto y considerando que Nicolás tiene una condición especial se dice que les toma mucho más tiempo. Según lo que leí Nicolás aun no está preparado pero no pierdo nada intentándolo. Es así que ayer empezamos con el entrenamiento. Los primeras horas Nicolás lloro mucho pues no quería ni acercarse al baño, le mostramos que papa lo hace y que él podía hacerlo imitando pero nada.
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Hoy tuvimos una nueva evaluación ocupacional para Nicolás. Esta vez aunque ya sabía lo que me dirían mi intención es conseguir mas ayuda para Nicolás y lograr que pueda recibir un poco mas de terapia lo cual le haría muy bien. Apenas llegamos el ya empezó a estar intranquilo, quería que lo sacara de su coche. Cuando lo hice lo primero que hizo fue salir corriendo, nunca se queda sentado y tampoco entiende que debe hacer silencio y esperar un poco mientras nos atienden.more El es un niño que quiere moverse a todos lados, le lleve comida (frutas) pero nada funciono. Quería estar corriendo, metiéndose debajo de los muebles y tratando de apretar los botones del elevador que estaba cerca.

Bueno así esperamos como media hora, llorando y a ratos tranquilo jugando con algo que tenía el abecedario el cual lo tranquilizaba por momentos. De repente apareció un terapista,  me pregunto si esperaba por el pero cuando le di su nombre me dijo que no era el pero que me atendería porque la otra persona estaba con un  paciente y le tomaría mucho más tiempo chequear a Nicolás.

Finalmente ingresamos a un cuarto pequeño que tenía una colchoneta grande y varios juguetes en un lugar alto en donde Nicolás no los podía alcanzar. El terapista me pregunto que cual era su juguete preferido, me quede en blanco pues él no tiene un juguete preferido. Le mencione que le gustaban los rompecabezas y llego con más de 10 rompecabezas distintos. Nicolás casi no les tomo atención, hizo dos rompecabezas y luego se olvido que estaban ahí.

Empezamos a platicar mientras el terapista lo miraba y le daba algunos juguetes, crayones, y algunas cosas con las que él lo estaba evaluándo. Finalmente luego de varias preguntas me dijo que estaba de acuerdo en que Nicolás necesita terapia ocupacional y que me pondrían en una lista de espera para que el pueda recibir terapia en ese lugar. Tengo que llamarlo en dos semanas para saber si existe la posibilidad de que exista espacio para que Nicolás reciba terapias lo más pronto posible.

Cuando casi nos íbamos puse a Nicolás en su coche, mientras le ponía el cinturón el ya se había quitado sus medias pues estaba sin zapatos durante la evaluación. Mientras buscaba una de sus medias (la cual Nicolás había lanzado y cayo justo en un basurero) de repente escuche que el terapista dijo “hi Ethan” regrese a mirar y era un niño justo en frente de nosotros, el tenia una sonrisa hermosa, su cara reflejaba mucha felicidad.

Como estaba detrás de un mueble grande solo se miraba sus hombros y su cabeza. El terapista le pidió que le ayudara a limpiar lo que Nicolás había dejado regado. El sonriendo le dijo que ya iba. Cuando empezó a salir detrás de ese mueble me di cuenta que era un niño de alrededor unos 6 anos y caminaba con la ayuda de un aparato como el que usan los ancianos cuando ya no tienen estabilidad en su cuerpo.

En ese momento sentí tanta tristeza y a la vez tanta felicidad. Tristeza por mirar como un angelito tan pequeño estaba quizás pasando por algo grave y estaba limitado a ser como los demás niños. También sentí alegría porque mire a Nicolás y lo mire completo, sano y sin ninguna dificultad para nada.

Si bien es cierto aun le falta mucho para entender cosas que a su edad muchos niños saben y conocen, Quizás no me escucha y no entiende el NO, el SI, el siéntate y escucha pero está sano y lo más importante es feliz. Ethan seguía sonriendo mientras caminada hacia el cuarto en el que Nicolás y yo habíamos estado, de repente cuando le faltaba como la mitad para llegar soltó ese aparato y con una sonrisa más grande todavía y con un orgullo en su rostro lo soltó y empezó a caminar por sí solo. Sus piernas no estaban rectas pero de todos modos caminaba aunque con dificultad y los más lindo es que sonreía.

Hoy una vez más me di cuenta que todos pasamos por algo en cierto momento de nuestras vidas, pero siempre hay cosas peores que las nuestras y debemos ser agradecidos porque la vida nos da cosas  y personas extraordinarias, así la vida me bendijo con  mi pequeño Nicolás.

Te amo negrito!!!!